Según Peirce un icono es donde el signo se relaciona con su objeto por tener alguna semejanza con éste. Ejemplo: una fotografía.
La ruana es un icono boyacense porque tiene signos que definen al campesino y es reconocido a simple vista. Es un objeto propio de Boyacá, símbolo de revolución y trabajo arduo.
"El origen de la ruana que hace mucho tiempo en un pueblo de
Francia llamado Ruan traían paños y los cortaban les hacían un hueco en la mitad y de ahí viene el
nombre de ruana.
Se dice que Boyacá en Chibcha lengua quería decir país, región, pueblo tejendero o pueblo de las
mantas"
Ruanetas fueron los soldados de la Independencia y las
glebas que sirvieron de carne de cañón
en las guerras civiles; con ruana se bailó La Vencedora y se sigue acompañando
a La Guaneña y al Torbellino en los bailes populares; Bolívar usó ruana al igual que Lleras Camargo
y el “Telepadre” García Herreros; la ruana arropó al general Córdova y al
general Uribe. Sin embargo los cachacos,
es decir los citadinos de chaleco y saco, miran la ruana con desdén y
desprecio.
El oficio de tejer era practicado por todos los muiscas
desde los nobles hasta los de clases populares. Para conseguir el algodón se
iban hasta tiene caliente e intercambiaban esas mantas por plantas de algodón e
hilaban y las convertían en otras mantas
Las mantas se convirtieron en la ruana que hoy conocemos,
resultado del sincretismo entre una diseño local y una fibra extranjera.
PROCESO DE ELABORACIÓN
Los campesinos trasquilan las ovejas en tiempo de luna menguante, para que el animal produzca después un mejor vellón. Se prosigue a escarmenarla, para hacerla más dócil para el segundo paso que es hilarla, antes se usaba el uso un palito para enrrollarla, ahora se tiene una maquina pequeña pero que va formando la hebra y la coloca mecánicamente en el palito. Aquí fácilmente se gasta todo un día, sin descansar.
El segundo proceso es unir dos hebras de dos usos y se empieza a torcer para formar una sola fuerte y resistente, luego lo enrolla para formar un ovillo, los famosos balones de lana, y es en este paso donde el productor la puede sacar al mercado para venderla al mejor postor.
Viene la enmadejada, que es cuando se desbarata el ovillo, se deja a medio enrollar y se pasa a lavarla, a teñirla, para cuando se prepara para elaborar cobijas. Ya seca, se vuelve a dejar en ovillo.
El cuarto punto es el momento de llegar al telar, allí se toma el ovillo, se va desenrollando para urdirla en un planchón para sacar las medidas por si es una ruana, una cobija o un poncho. Quedando aproximadamente unas trescientas o cuatrocientas cuerdas.
En el quinto paso se llevan las cuerdas para hacer el empate en el telar, que consiste en unir con nudos unas cuerdas que tiene el telar con las hebras que se traen.
Se atirantan, se elaboran las cañuelas, más o menos al tamaño de la lanzadera. La cual consiste en un recipiente al tamaño de la mano, que dentro lleva un palo y este tiene enrollada la lana, la cual se lanza de un lado a otro y se devuelve para dar el tejido.
El peine, es un formato en madera que se encarga de guiar las hebras de la lana, para que no se enreden. El telar también tiene otro mecanismo que son los lisos, los que se encargan de subir y bajar las cuerdas para formar la trama o tejido.
Hay un tronco atravesado al inicio y al final, que se llaman julios, a los que se les enrolla la lana al inicio y el que la va recogiendo al final la manta como tal.
En el piso están las pisaderas, son maderos que están conectados con cuerdas de fique a los lisos para dar la trama, es decir, un pianista toca con las manos las teclas pero con los pies está llevando el ritmo con otras teclas, pues en el telar es igual, se trabaja con manos y pies a la vez.